Ronda Rousey se dedicó a la lucha libre profesional entre 2018 y 2023. Antes de eso, fue campeona en UFC y tuvo una carrera relevante en el hexágono de las artes marciales mixtas. Por años se consideró fanática de WWE. Incluso su nickname “Rowdy” viene del ídolo de su infancia. “Rowdy” Roddy Piper, luchador de WWE que se destacó en la década de los ochenta.
El debut de la luchadora fue en WrestleMania 34. Para SummerSlam 2018 ya ganó su primer título mundial femenino al vencer a Alexa Bliss. Participó en el primer evento estelar femenino en la historia de WrestleMania junto a Charlotte Flair y Becky Lynch en la edición 35. En 2022 regresó para ganar la batalla real femenina y venció a Flair en Backlash para ser nuevamente campeona.
Sin embargo, todos estos logros parecen no haber convencido a la luchadora, pues se fue de WWE en agosto del año pasado bajo muy malos términos. Estos últimos meses se ha dedicado a atacar a la empresa y al deporte. Hace unas semanas vimos como acusó a Drew Gulak de hacerle una broma de mal gusto. Si quieres saber más de esta anécdota da clic aquí.
Rousey se presentó para una entrevista en Wild Ride! donde habló acerca de lucha libre. No la considera un deporte si no una exhibición exigente. Estas fueron las palabras de la mujer más ruda del planeta.
Es prácticamente un guion, pero con una estructura básica donde los luchadores colaboran para crear un espectáculo, similar a lo que sucede en el patinaje artístico. Como menciona Shayna Baszler, recibir un golpe con una silla es real y duele, aunque no sea una competición per se.
Muchos luchadores insisten en la autenticidad del dolor y las lesiones en la lucha libre. Sin embargo, a diferencia de los deportes competitivos donde el miedo a perder predomina, en la lucha libre las lesiones no son lo que más preocupa ni lo que define su realidad o dificultad. Lo realmente desafiante es la incertidumbre del resultado, lo que aporta al debate sobre si es un verdadero deporte.
No, definitivamente no es un deporte. Es una actuación extremadamente intensa, y aunque le tengo un gran respeto, no cumple con la definición de deporte. Quien haya experimentado el estrés y la ansiedad de competir sabrá que sin esos elementos, no puede considerarse un deporte. Aunque es muy exigente y físico, simplemente no lo es.
Opinión personal (@elalepalacios)
Debatir si la lucha libre es o no un deporte creo que ya quedó en el pasado. Los luchadores son atletas altamente capacitados que arriesgan su salud a cambio de entretenimiento. La idea de que el deporte es necesariamente competitivo quedó muy pasada de moda. Pero nada impedirá que Rousey siga hablando mal de WWE y de la lucha libre en general. Puede que diga que le tenga respeto, pero varias declaraciones no concuerdan.
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